El polvo de carburo de silicio (SiC) negro se utiliza ampliamente como material refractario debido a sus excepcionales propiedades térmicas, mecánicas y químicas. A continuación, se detalla su funcionamiento en aplicaciones refractarias:
Propiedades clave que hacen que el SiC negro sea adecuado para refractarios:
Alta resistencia térmica
Soporta temperaturas de hasta 1.600°C en ambientes oxidantes y 2.200°C en atmósferas inertes/reductoras.
El bajo coeficiente de expansión térmica reduce el agrietamiento por ciclos térmicos.
Excelente resistencia mecánica
La alta dureza (~9,5 Mohs) mejora la resistencia a la abrasión en revestimientos refractarios.
Mejora la integridad estructural en entornos hostiles (por ejemplo, hornos, estufas).
Estabilidad química superior
Resiste la corrosión de ácidos, álcalis y metales fundidos (por ejemplo, aluminio, cobre).
Reacción mínima con escorias y fundentes en procesos metalúrgicos.
Alta conductividad térmica
Mejora la distribución del calor en componentes refractarios, reduciendo el estrés térmico.
Aplicaciones en Refractarios:
Revestimientos de hornos (industrias del acero, metales no ferrosos y vidrio)
Muebles de horno (soportes, montadores, vigas)
Ladrillos refractarios y hormigones (mejoran la durabilidad y la resistencia al choque térmico)
Placas y boquillas de compuertas corredizas (fabricación de acero)
Recubrimientos antidesgaste para equipos de alta temperatura
Formas de SiC negro en refractarios:
Polvo crudo (mezclado con aglutinantes como alúmina o sílice para materiales moldeables).
Agregados/Granos (para ladrillos refractarios prensados o sinterizados).
Aditivo de refuerzo (mejora la resistencia en refractarios de alúmina-carbono).